María Romero, estrella campeona en un ejército de 'clones'
María Romero, en acción en el pasado Campeonato de España. |
Eso sí, el éxito del equipo como campeón de la categoría preferente --la 'segunda división' nacional-- no entendía bien de individualismos. Era un grupo de jugadoras cortadas bajo el mismo patrón, en el que casi todas jugaban de casi todo. Esa misma polivalencia la ejemplificaba María Romero, una chica extrovertida, con fama de ser buena compañera.
Esforzarse... en la pista
"La clave ha sido las ganas que le poníamos a todo, lo bien que nos llevábamos. En el baloncesto no importa lo que haga cada jugador, importa el equipo", dice, haciendo un alto en sus clases de 3º de la ESO en el Colegio San José placentino. Si se le pregunta por las notas sí se azora un poco: "Bueno, un poquito flojillas... Hay que esforzarse más", responde. Todavía ve lejos el momento en el que tenga que decidir por su futuro laboral, aunque tiene preferencia por la Fisioterapia y la Psicopedagogía. Sabe que ganarse por experiencia en casa --Silvia no juega esta temporada a nivel profesional-- que ganarse la vida con el basket femenino es complicado.
Que María sea un poco dispersa para los estudios sorprende viéndola jugar: trabajadora, generosa, inteligente... Desde hace años se la ve venir como la gran esperanza regional. "He mejorado en el tiro. Antes era más penetradora. Y también he tenido a jugar cada vez más como escolta, que creo que debe ser mi posición natural", apunta. No será pívot, como la hermana mayor. Apenas alcanza el 1,70, pero eso no le importó para pegarse con las rivales de los cinco partidos que jugó y ganó Extremadura en el campeonato disputado del 3 al 6 de enero.
La chica elogia al técnico Antonio Rodríguez Barril. "Lleva haciendo un trabajo muy bueno con nosotras desde hace años. Nos conoce muy bien y ha sabido sacarnos partido", declara. Dentro de un año se enfrentarán a las grandes : Cataluña, Madrid, la campeona Canarias... "Nosotras iremos sin miedo, a disfrutar y a competir", vaticina.
Lo curioso es que Barril y casi la mitad de la selección pertenecen al GBP pacense y María y buena parte del resto de las jugadoras juegan para el Miralvalle. En unos meses supuestamente se jugarán el campeonato regional. Ahí la consigna es clara y ella la recuerda: "En la pista no hay amigas".
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