Julio Carrón: un pabellón para el maestro del basket
Julio Carrón, rodeado por alumnos del Colegio Miralvalle. FOTO: Hoy |
En el interior del pabellón luce ya un gran letrero con el nombre de Julio Carrón, que en el acto celebrado ayer estuvo acompañado, no sólo por su familia y las autoridades, como es lo habitual en estos casos, sino también por muchos de sus compañeros del colegio Miralvalle y medio centenar de alumnos del centro. Todos resaltaron el papel fundamental que ha tenido este maestro de educación física para convertir el Miralvalle -que ahora comparte fundación con el Plasencia Ambroz- en una de las principales canteras del baloncesto extremeño, sobre todo femenino, y en general para la promoción en toda la ciudad del deporte de la canasta.
Fue una mañana de intensas emociones para Julio Carrón. Cuando intentó hablar con los periodistas justo antes del acto apenas acertó a decir que este homenaje era «el mayor premio» de su vida, antes de romper a llorar y no poder seguir hablando. Luego, más tranquilo ya y ante sus alumnos, repasó su trayectoria como maestro y entrenador de basket desde unos inicios en los que apenas contaban con «tres balones y una pista al aire libre».
Aquellos escasos mimbres, más una gran pasión por la docencia y por el baloncesto, le bastaron para ir año a año consolidando ese deporte en un colegio y un club, el CB Miralvalle, que ahora es la gran referencia, con equipos de todas las categorías en los que juegan unos 250 niños de toda la ciudad, y del que han salido jugadores de talla nacional como José María García Flores, que milita en un equipo puntero de la LEB Plata como es el Amics Castelló, o Raquel Asensio, que ha jugado ocho temporadas en Liga Femenina 2.
Una de estas destacadas jugadoras es María Romero, elegida el pasado año para formar parte de la selección española cadete. Ayer fue la encargada de entregarle a Julio Carrón la placa con la que le quiso homenajear en esta ocasión tan señalada la Federación Española de Baloncesto. Su presidente, Jesús Luis Blanco, estuvo en el acto y dijo que Carrón forma parte sin ninguna duda del «top 10 de los locos del baloncesto en Extremadura». Él mismo lo corroboró diciendo que cada fin de semana sigue acudiendo a «seis o siete partidos» de la cantera placentina, en la que ahora sus hijos han tomado el relevo dentro del amplio cuerpo de entrenadores con el que cuenta la fundación.
Entre los asistentes al acto estuvieron también varios antiguos alumnos de Julio Carrón, algunos de ellos aún vinculados de distintas maneras al baloncesto. Intervinieron además el alcalde, Fernando Pizarro, dos alumnas y la directora del colegio Miralvalle, María José Oviedo, quien mostró su satisfacción por que el pabellón haya recibido el nombre de un maestro.
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