Como si fuera un calco del partido de Copa Federación del
pasado mes de agosto, UP Plasencia y Cacereño volvieron a repetir guion y
resultado (0-1) en un partido vibrante, cargado de intensidad y que se decidió
en un error defensivo -o si se prefiere, acierto ofensivo- en la recta inicial
del encuentro. El Cacereño ejerció como
nunca de líder y sacó máximo rédito a su planteamiento táctico,
extremadamente serio en defensa y buscando con juego directo los apoyos de
Martins Diop, que dio todo un máster para delanteros centro: se fajó, aguantó,
fue al choque y, además, dio la asistencia de gol.
El gran clásico provincial regresaba al Municipal ocho años
después y como tal el estadio registró una gran entrada. Cerca de 1.000
espectadores no se quisieron perder el choque de trenes de dos de los equipos
más en forma del campeonato, la UPP tratando de meterse de una vez por todas en
playoffs de ascenso y el Cacereño intentando meter distancia sobre el CD
Badajoz.
José Diego Pastelero, tras el resultado cosechado en
Calamonte, volvió a optar por meter músculo en el centro del campo, con
Borrallo y Jairo llevando la manija del juego unionista. Al Cacereño tampoco le
preocupó mucho, pues tenía en Elías Molina y Aarón a jugadores que no rehuían
el encontronazo.
Precisamente, un encontronazo pudo romper la igualdad a los
30 segundos de partido. Tras un balón a la frontal local, Pino cargó a Marco y
el árbitro dejó seguir. En la siguiente acción, ya dentro del área, Marco
devolvió la carga y el delantero cayó al suelo. El Cacereño reclamó penalti,
pero Moreno Barrera se desentendió de la jugada.
Los diez primeros minutos fueron los más vistosos del
encuentro. Un intercambio de golpes vertiginoso del que resultó ganador el
Cacereño. En el minuto 3, Mansilla salvó ‘in extremis’ un remate a bocajarro de
Pedro Gilarte; en el 5, Martins recogió un balón suelto en la frontal para
mandar una volea casi a la cepa del poste; y finalmente, en el minuto 9, llegó
el 0-1 que decantó el partido.
Fue una jugada a lo ‘Bartra-Bale’. Balón a la posición de
Martins sin aparente peligro, Álvaro Juanals le concede metro y medio y el
senegalés no se lo piensa dos veces para meter la quinta, irse de su marca,
llegar a línea de fondo y servir atrás para que Nando Copete marcara a placer.
Diez minutos de partido y el Cacereño estaba en el escenario soñado.
A partir de ahí, el líder se centró en proteger su tesoro
con dos líneas muy juntitas y mandando a la guerra a Martins, que volvió a
tenerla tras una carrera de 50 metros en una contra que inició el colegiado al
interceptar un pase de la UPP en la frontal.
Con el Plasencia intentado crear, siendo dueño del balón
pero sin crear excesivo peligro, el partido solo fue variando a medida que los
locales iban desprotegiendo su zaga para sumar elementos al ataque. En otra
contra, ya en la segunda mitad, Martins buscó el 0-2 en una vaselina que salió
alta.
La UPP perdió chance cuando Luismi cayó lesionado tras un
forcejeo con Mansilla. Al capitán se le salió el hombro y fue sustituido por
Juanito, pero el gaditano no pudo poner a prueba los reflejos de Camacho. Solo
Sergio Sánchez, a diez minutos para el final fue capaz de buscar los tres palos
en un disparo que se fue arriba.
Con Martins fundido, Adolfo Muñoz dio los últimos diez
minutos a Kevin Levis. El argentino tuvo espacios para hacer el segundo, pero
la emoción se mantuvo hasta el final. La UPP metió al Cacereño en su campo, con
el central Marco como delantero centro, aunque el Cacereño no llegó a sufrir.
No hay comentarios