Una maniobra in extremis podría dejar la vacante de 2ªB en Murcia en detrimento de la UPP
Luis Rubiales vuelve a afrontar una situación complicada que está generando mucho malestar. JAVIER LIZÓN |
La UPP y el Yeclano eran los dos grandes favoritos para hacerse con la vacante del Lorca. Los placentinos por el artículo 197, atendiendo al mejor coeficiente deportivo de los no ascendidos de su territorialidad (Grupo IV) en el caso de que el descenso del Lorca fuera por una renuncia. Y el Yeclano por el artículo 194, que se inclina por una solución en la propia región siempre y cuando el descenso fuera por impagos.
Se esperaba una solución este lunes, en vísperas de la Asamblea de la RFEF que debe sortear los calendarios de Segunda B este martes. Sin embargo, el organismo federativo sorprendió a propios y a extraños cuando adoptó una medida increíble: no aceptar la renuncia del Lorca por entender que había llegado fuera de plazo.
El Lorca ahora mismo es equipo de Segunda B, pero si llegado el 31 de julio no salda la deuda con la Federación, que asciende a 300.000 euros, entonces sí se produciría el descenso administrativo y ascendería el Yeclano por el artículo 194, siempre y cuando satisfaga esa cantidad.
Desde Plasencia esto se ve como una maniobra bastante chapucera para mantener la vacante de Segunda B en Murcia. Por mucho que el reglamento diga que la renuncias deben comunicarse diez días antes de la Asamblea (se hizo pública el 19 de julio), en ninguna parte de la normativa se especifica que el equipo ha de seguir en la categoría que desea abandonar. En todo caso, "el equipo en cuestión no podrá ascender a la categoría superior hasta transcurrida una temporada".
Si el Yeclano no puede satisfacer la cantidad de 300.000 euros (nadie piensa que el Lorca puede hacer equipo), la plaza entraría en subasta, donde podría pujar un Mérida que también ha aspirado a ocupar la vacante vía artículo 194.