El Plasencia se ha llevado el primer duelo grande de la
temporada. Un solitario gol de Kevin, en la recta final del encuentro, sirvió
para mandar a la lona a un Moralo que en el Municipal dejó marchamos de equipo
grande.
Fue un partido enormemente táctico, se puede decir que casi
con perfil de playoff de ascenso. Ambos técnicos tuvieron que reconstruir sus
equipos. Luismi permutó a sus jugadores en una línea ofensiva que sigue en fase
de pruebas y Diego Merino tuvo que tirar de fondo de banquillo para suplir a
dos referencias como Del Castillo o Rivera.
En un choque de máximo equilibrio, la iniciativa del balón
la llevó el Moralo y la contundencia la puso el Plasencia. Mientras a Kofi le
duró la frescura entre los centrales verdes, la UPP tuvo opciones de
adelantarse. En la primera, el delantero africano se fue por fuerza de Lolo y
disparó al lateral de la red. En la segunda, Kofi remató a quemarropa y el
rechace de Pedraza no lo supo aprovechar Javi López de cabeza. Ambas en el
primer cuarto de hora.
Pero la más clara para los locales fue en un golpe franco
botado por Tano que Pedraza tuvo que desviar al larguero cuando se colaba por
la escuadra.
Cuando Álex Caramelo empezó a entrar en juego llegaron las
opciones para el Moralo. Un centro-chut del salmantino se paseó por la línea de
gol ante la falta de rematador.
Más llamativa fue la que tuvo Yony en el minuto 22. El
Plasencia se quedó protestando unas posibles manos en el área visitante y el
Moralo lo aprovechó para lanzar un tres contra uno. Yony, con todo a su favor,
se topó con la parada de Sergio Moya.
Fueron los mejores momentos del Moralo y el Plasencia tuvo
que fajarse en defensa. Fede Tobler tuvo que meter el cuerpo para cortar otro
disparo de Álex Caramelo al filo del descanso.
En la segunda parte, ambos equipos expusieron menos, a
riesgo de dirigir el partido a un marcador sin goles. Con el cansancio acumulado
de Kofi, el Plasencia se quedaba huérfano d referente en ataques, mientras que,
en el Moralo, Álex Caramelo ya no era capaz de desbordar con tanta frecuencia.
Los cambios le sentaron mejor al Plasencia. Tanto fue así
que dos hombres de refresco crearon el 1-0 a cinco minutos para el final. Fue
tras un saque de puerta del Moralo que Manu Moreira volcó rápidamente a la
carrera de Kevin. El argentino, a base de fe y fuerza, corrió y armó la pierna
para golear a Pedraza en un ángulo casi imposible. El Moralo ya no tuvo tiempo
de reacción.