Fueron seis, pero bien pudo ser una docena. La UP Plasencia
ofreció su versión más goleadora de la temporada ante un Racing Valverdeño que
logró adelantarse en el marcador, pero que acusó las importantísimas bajas con
las que se presentó en el Municipal. Los de José Durán tendrán que reinventarse
si quieren luchar por la permanencia.
Una goleada placentina que curiosamente llegó sin su
pichichi sobre el césped. Kevin guardó descanso tras retirarse con una
contractura en el gemelo el pasado jueves en Aceuchal.
El argentino hubiera disfrutado un montón de este partido.
Hubo muchas y clarísimas ocasiones de gol y solo la falta de puntería o de
instinto evitaron un marcador más clamoroso.
Y eso que se adelantó el Racing Valverdeño muy pronto, en el
minuto 3. Fue tras un saque de esquina botado en la frontal, donde Jona conectó
una volea que cruzó un bosque de piernas para alojarse en el fondo de la
portería (0-1).
Los de Valverde de Leganés apenas pudieron disfrutar de la
ventaja sesenta segundos. En la jugada siguiente, Tano, desde la frontal, puso
el ojo y también el balón en la escuadra (1-1).
A partir de ahí, el partido fue un monólogo placentino. El
Racing Valverdeño no sabía cómo capear el temporal unionista y la remontada se
hizo inevitable.
Los dos siguientes goles llevaron la factura de Fede Tobler,
ambos casi calcados y de imponentes testarazos. El 2-1, en el 14, tras un saque
de esquina botado por Tano; y el 3-1, en el 23, tras otro córner botado por
Arroyo.
De ahí y hasta el final empezó a emerger la figura del
cancerbero visitante para retrasar la goleada local o, al menos, hacerla menos
escandalosa. David Herrero estuvo siempre impecable y fue una auténtica pesadilla
para Kofi, que aún se estará preguntado cómo se fue de vacío de este encuentro
y cómo dejó escapar ocasiones tan claras.
Tampoco estuvo acertado de cara a puerta su compañero de
ataque. Aarón cobró protagonismo en la segunda parte. Lo intentó y puso empeño
para reencontrarse con el gol, pero primero la defensa bajo palos y luego David
Herrero a quemarropa evitaron que mojara.
Por si fuera poco, Aarón fue responsable involuntario del
penalti que significó el 3-2 para el Racing al sacar una mano a pasear cuando
estaba incrustado en un barrera. José María daba emoción en el 54.
Y otra vez le duró la alegría poco a los verdes. Solo seis
minutos. Un golpe franco indirecto dentro del área le permitió a Manu Moreira
establecer el 4-2. Y ahí sí que bajó los brazos el Racing Valverdeño.
Aparecieron los espacios y la goleada se hizo inevitable.
Los dos últimos tantos, para el carrilero zurdo Flórez. El 5-2, en el minuto
64, tras un gran centro de Borja Encada al segundo palo; y el 6-2, a ocho para
el final, desde el pico del área con el exterior del pie que se fue a colar por
la misma escuadra.