Andaba mosca Rafa Sanz en la previa del partido. Alejado de
su discurso habitual, soltaba algún que otro dardo a lo que llamó el
"entorno". Solo hacía que enseñar la mecha de la bomba que estaba a
punto de estallar: sus dos americanos Duane Morgan y Marcellus Roberts (sus dos
jugadores más valorados) no se vestían de corto a causa de una inspección de
trabajo que le exige regularizar su situación laboral en el club placentino.
El 'run-run' trascendió a las gradas y el que más y el que
menos se llevó las manos a la cabeza, asumiendo que la tarea de ganar a un
favorito como el Zornotza era misión imposible. Y con ello, seguir con vida de
cara a alcanzar los playoff de ascenso al final de la liga regular.
A Rafa Sanz le quedaban ocho jugadores hábiles, uno de ellos
con un esguince como Medina. Y por dentro, con los dos americanos en la banda,
solo un pívot (Deng Mayot) y un 4 (Mario Álvarez). Demasiado poco para plantar
cara a auténticos portentos físicos como los del Zornotza.
Y fue entonces cuando Deng Mayot y Mario Álvarez decidieron
ofrecer la mejor versión del año. Se duplicaron en defensa y en ataque,
partidazo el suyo. En realidad, partidazo en general de los ocho guerreros. Con máxima de nueve (21-12), los nubarrones se alejaron de
La Bombonera.
Hubo un conato de infarto cuando Medina se fue al suelo y se
llevó la mano al tobillo. Con el base recuperándose del susto, apareció
Villarejo para frenar a base de triples la primera única ventaja visitante
(21-22). Y en defensa, presión alta de los placentinos hacía auténticos
estragos en la subida de balón visitante: 47-37 al descanso.
En la reanudación, tres triples seguidos de Mazaira dieron
vida al Zornotza (51-46), pero otra vez la defensa extremeña y la
predisposición en ir a las ayudas y al rebote ofensivo abortaban cualquier
opción del equipo vizcaíno, demasiado dependiente de lo que hiciera Bercy.
A pesar de la cuarta de Mayot en el inicio del último
cuarto, los quince de ventaja (73-58) parecían renta suficiente como para no
tener que sufrir. Y no solo no se sufrió, sino que al final sacó los colores al
Zornotza para mantenerse vivo a tres jornadas para el final.