CRÓNICA. El Miralvalle hace historia tras lograr el ascenso a la Liga Femenina 2 Pro (78-65)
78. Miralvalle: Sofía Aínsa (19), Stacia Robertson (26), Alicia Morales (11), Luciana Chagas (2), Princess Aghayere (15) –cinco inicial-, Lucía Moreno, Lidia Francisco (5), Natalia Pizarro, Nora Pérez, Celia Rodríguez y Esther Sánchez.
65. Azkoitia Azpeitia: Sara Iparragirre (8), Saioa Altzaga (11),
Marguerite Effa (2), Morgan Green (7), Crystal Primm (17) –cinco inicial-,
Intza Lizarazu (12) y Alazne Lizundia (8).
Parciales: 17-20, 38-34, 57-51 y 78-65.
Árbitros: Israel Chacón Blázquez y Alejandro García Salardón.
Incidencias: Pabellón Ciudad de Plasencia, 500 espectadores.
Juan Carlos Ramos / Plasencia
Tenía cuatro balas en el revólver y, tras desaprovechar la
primera, dio de lleno en la segunda. El Extremadura Miralvalle Plasencia ya es
nuevo equipo de la Liga Femenina 2 Pro, que será la segunda categoría del
baloncesto femenino nacional el próximo año y que está reservada para solo 16
conjuntos. Tenía que ganar al Azkoitia Azpeitia para asegurar el quinto puesto,
y por tanto el ascenso, y no falló. Se impuso por 78-65 en un partido cargado
de matices y trascendencia que dan a la victoria un valor aún mayor.
El Miralvalle tenía enfrente a su rival más directo en esa
zona del cuarto y quinto puesto, por lo que el triunfo trajo una doble
recompensa: el ascenso a la LF2-Pro y poner pie y medio en la fase de ascenso a
la Liga Femenina 1. Le bastará sumar en uno de sus dos últimos partidos o, en
caso de cosechar dos derrotas, que el Azpeitia pierda al menos uno de los
suyos.
Por primera vez en los últimos cuatro meses, los seguidores
del Miralvalle pudieron ver en directo a su equipo. Y fueron a elegir el último
partido de la temporada en La Bombonera, que desde este sábado es el más
importante en la historia del club. Cerca de 600 aficionados blanquiazules
apretaron y llevaron en volandas a las suyas cuando más lo necesitaban.
Y hubo momentos en que lo necesitaron mucho, sobre todo en
el primer cuarto. A propios y extraños sorprendió que el nombre de Tia Weledji
no estuviera en las alineaciones. La camerunesa, a pesar de contar con el visto
bueno de los servicios médicos del club para volver a competir, se autodescartó
para proteger sus molestias de gemelo. Y así, con una primera unidad de solo
cuatro jugadoras a causa de la lesión de Andrea Cueva y el descanso de Tia
Weledji, jóvenes y canteranas tuvieron que sacar las castañas del fuego.
Al equipo le costó varios minutos adaptarse a ese escenario.
Pero en ese tiempo, el Azpeitia se movía con soltura en la cancha y llegó a
doblar al Miralvalle en el marcador (10-20). Pero entonces llegó la lesión de
Marguerite Effa, que llegaba tocada y que forzó para estar en este partido. La
pívot camerunesa era la única capaz de parar a Stacia Robertson. Con su
ausencia, la norteamericana ofreció una ‘master-class’ dentro de la pintura.
Impulsó a sus compañeras a la remontada tras anotar 19 puntos en la primera
parte (38-34 al descanso).
En la segunda parte, la base Morgan Green trató de tirar del
Azpeitia, pero cada una de sus espectaculares acciones eran contestadas en la
canasta contraria, no ya por Stacia Robertson, sino por otras que se quisieron
sumar a la fiesta: Alicia Morales acabó con 19 asistencias, Sofía Aínsa anotó
19 puntos y Princess Aghayere sumó 15 puntos y 11 rebotes. Sin olvidar a
jugadoras como Lidia Francisco o Luciana Chagas que no desentonaron cuando
tuvieron que completar el cinco.
Tras llegar con 57-51 al final del tercer cuarto, el
Miralvalle acabó por romper el partido y se permitió el lujo de afrontar los
último tres minutos con toda tranquilidad y dejando la pista a sus canteranas
en mitad de la fiesta.
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