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La UPP despide a Alberto Uriona, su entrenador más mítico

Alberto Uriona, en su última visita a Plasencia hace seis años.
Alberto Uriona, entrenador de la UP Plasencia durante cuatro temporadas en dos etapas diferentes, ha fallecido en Bilbao a los 74 años de edad después de una larga enfermedad. Una noticia que se ha sentido con tristeza en el seno del club unionista, donde era considerado uno de los mejores entrenadores de la UPP -si no el más significativo y trascendente- en toda su historia. Ya el pasado fin de semana, Mendizorroza guardó un minuto de silencio en recuerdo de sus años como técnico del Alavés y el Municipal placentino hará lo mismo el próximo domingo con motivo del partido ante el Fuente de Cantos.
El carismático entrenador vasco fue el encargado de dar forma a la mejor UPP de todos los tiempos, esa que batió récords en Extremadura y logró su primer ascenso a Segunda B. Uriona vivía retirado en Gernika, dedicado a su huerto y siguiendo los partidos del Athletic. Aun así, nunca se olvidó de unos años placentinos que fueron para enmarcar.
Alberto Uriona recaló en la UP Plasencia en el verano de 1983, procedente del Don Benito. «Yo entrenaba al Baskonia, que después cogería Iríbar, cuando un jugador vasco que estaba en el Don Benito habló favorablemente de mí y me fui a Extremadura. Allí viví unos años muy buenos, sobre todo con el presidente Celestino Mera, pero la nueva directiva estaba desvinculada del equipo y no conseguimos ascender. Luego Higinio Batuecas y Paco Gil vinieron a verme y me convencieron para que firmara con el Plasencia», recordaba Uriona en su última visita a Plasencia hace seis años. Su debut en partido oficial con la UPP se produjo en Navalmoral de la Mata con victoria (0-1), con gol de Juan Carlos Redondo.
En su primera temporada, la de 1983/1984, surgieron varios hechos anecdóticos. Destacó uno por encima de todos. El guardameta emeritense Juanín consiguió el récord de imbatibilidad en categoría nacional. En ésta su primera temporada se hizo rodear de dos jugadores vascos que prestaban el servicio militar en la ciudad: Pedro y Biota (excelente delantero que a posteriori defendió las elásticas charra y sestaotarra en la división de plata).

El Plasencia se mantuvo como líder durante tres cuartas partes del campeonato pero un traspié en el campo de La Estrella (1-0), le relegó al subcampeonato en favor del Díter. «Fue un atraco. Los jugadores de Zafra nos estaban esperando en la carretera de Sevilla para intimidarnos».
En su segunda temporada, Alberto Uriona consiguió el campeonato y el ascenso a Segunda B por primera vez en la historia del club. El equipo se diseñó al antojo del míster, quien recurrió a tres excelentes jugadores formados en la cantera vasca: Ondarru, Villanueva y Lucio.
El campeonato de Tercera División cobró forma el 12 de mayo de 1985, en todo un derbi disputado con un Estadio Príncipe Felipe abarrotado. La victoria placentina fue de 1-3. La UPP se proclamó campeona con un juego vistoso y con una eficacia cara a puerta asombrosa (123 goles). «Aun así, siempre daba más importancia a la defensa, era fundamental en mi esquema. Sólo daba vía libre a Adolfo, porque era una bala. Sergio Ramos a su lado es un enano».
Foto de la UPP en el ascenso en Alcira el 17 de junio de 1985.
El ascenso de categoría se consiguió en Alcira el 17 de junio de 1985. Tras derrotar en la eliminatoria previa el Mensajero, la UPP hizo valer en tierras mediterráneas la renta obtenida en la ida en gol de Lupo (1-0). «El Alcira tenía un equipazo, pero nosotros teníamos la ilusión de ascender. Allí nos tenían preparadas tracas que explotaban en los pies de los jugadores. Fue un espectáculo. El árbitro fue el que nos robó ante La Estrella, pero esta vez lo hizo perfectamente».
Última temporada
En su tercera temporada, Alberto Uriona mantuvo el bloque del ascenso. El debut se produjo el 1 de septiembre de 1985 ante el Levante (2-3). Marcaron Ondarru y Contreras de penalti. El equipo acusó la bisoñez y se situó en la parte media baja de la tabla. Mediada la temporada, Alberto Uriona fue despedido. Era el 28 de marzo de 1985 y la UPP fichó a Paco Melo.
En enero de 1992, Ángel Marcos presentó la dimisión al frente de la UPP y la directiva dio un golpe de efecto al contratar a Alberto Uriona hasta final de temporada. Por aquel entonces la UPP se encontraba en puestos de liguilla de ascenso. Mantuvo la posición, pero hizo una nefasta liguilla y a las primeras de cambio perdió sus opciones ante el San Roque de Lepe.
En este su reencuentro, la UPP presidida por Alejandro Navarro se movía de manera muy anárquica y en el ejercicio 1992/1993 cayó en bancarrota.

1 comentario:

  1. Buen entrenador, buenas enseñanzas tecnicas de control, pase y golpeo. Pantoja

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