“Toc, toc. ¿Está el título de liga decidido? ¿No? Pues dejen
sitio”. El Club Deportivo Coria dio este domingo un golpe sobre la mesa y
demostró que sus recientes victorias ante Badajoz y Cacereño no fueron producto
de la casualidad. El equipo celeste quiso despejar cualquier atisbo de duda
ofreciendo toda una exhibición en Plasencia para no solo presentar su
candidatura para estar en los playoffs de ascenso, sino para soplarle en la
nuca a la dupla de mandamases que se han adueñado de la Tercera División hasta
ahora. De momento, el cuarto puesto es suyo y el primer puesto se encuentra a
diez puntos a la espera del apasionante Badajoz-Cacereño de la próxima jornada.
El Plasencia, por su parte, pierde chance en su objetivo de
meterse en la fase de ascenso. La derrota no es determinante, pero los
aficionados se fueron a casa con una sensación de resignación. “Si éste es el
nivel que se pide para estar arriba, no lo tenemos”, se lamentaban. Y es que
llegar al momento clave de la temporada con un equipo en reconstrucción por las
lesiones y las marchas es tarea complicada.
Pareció un partido de Copa del Rey. De esos en los que el
bombo empareja un equipo de Champions con un modesto de Segunda B y en el que,
si se lo toma en serio, el grande zarandea al otro sin piedad. ¿Recuerdan el
Cultural Leonesa-Real Madrid de hace escasas fechas? Pues en el caso del derbi
comarcal el maltrato fue aún peor. La UPP no fue más que un sparring tratando
de encajar los golpes, agarrándose a las cuerdas para encajar con dignidad la
somanta.
Porque la verdad es que fue una escena muy violenta,
demasiado violenta. Y eso que no hubo una mala patada en todo el partido. Pero
es que cuatro goles en treinta minutos (cinco
en cuarenta) resultan violentos. Mucho más cuando se presumía un envite
igualadísimo.
Mención aparte merece la conexión entre Sergio Alonso y
Teto, dos hombres formados en la cantera de la UPP y que demostraron que la
Tercera se les queda enana. Ambos ofrecieron un pequeño máster de talento y de
claridad de ideas. Su primera asociación se tradujo en el 0-1 de Teto en el
minuto 5 tras una pase interior milimétrico.
Aún sonaba el fragor de palmas de los aficionados caurienses
cuando llegó el 0-2. En esta ocasión fue David López el que se colaba entre las
espaldas de los defensas y batía de golpeo certero a Manolo. Siete minutos y
partido sentenciado.
El Plasencia no dio el más pequeño atisbo de reacción. Su
única llegada no llegó casi hasta el descanso, en un tiro mordido de Alberto
Núñez que no merecería la categoría de ocasión si no fuera porque fue la única
que tuvo.
El Coria siguió a lo suyo y completó su ‘performance’ antes
del descanso. En el 19, Sergio Alonso cabeceó a la escuadra un centro en diagonal
de Héctor Gallego (0-3); en el 29, Teto partió desde su campo para plantarse
solo ante Manolo y batirle en una perfecta picadita (0-4); y en 39, Carlos
completó la ‘manita’ tras regatear al portero local (0-5).
En la segunda parte, el Coria se dedicó a sestear. Los de
Miguel Rubio no quisieron y los placentinos no pudieron. Los segundos 45
minutos solo sirvieron para que el Coria se limpiara de tarjetas. Mahillo,
Alvarito y Héctor Gallego provocaron la quinta amarilla que les permitirá
descansar en un partido ante el Diter Zafra que se presume asequible.
El Plasencia ni siquiera acarició el tanto del honor cuando
el Coria se quedó con diez jugadores durante un cuarto de hora por la lesión de
Carlos, con dolores en la rodilla.
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