Catorce años malditos de espera para estar en un playoff de ascenso a 2ªB
UPP en la temporada 2003/2004, la última en meterse en un playoff de Tercera. PALMA |
Juan Carlos Ramos (Diario Hoy) / Este año se cumple el trigésimo quinto aniversario del Grupo
XIV de Tercera División. En la temporada 1983/1984 se produjo una pequeña
reestructuración de la categoría al ampliarse de 13 a 14 los grupos que la
conformaban. Hubo una escisión en el Grupo X y los equipos de Extremadura
conformaron por primera vez un Tercera División íntegramente extremeña.
La UP Plasencia, ya un fijo en el Grupo X junto a equipos de
Andalucía Occidental, se convirtió desde la creación de la liga extremeña en
uno de los gallitos del grupo, al menos en la década de los ochenta y de los
noventa.
Durante veinte años seguidos, ni una sola vez se bajó del
sexto puesto, salvo las excepciones, claro está, de las temporadas que militaba
en Segunda B. Su dominio en lo alto de la tabla hizo que disputara diez fases
de ascenso en sus distintas modalidades. Sin embargo, tras acabar la temporada
2003/2004, se fue la luz.
Catorce años malditos –con campañas insípidas y dos
descensos a Preferente- ha tenido que esperar la afición placentina para volver
a acariciar una fase de ascenso a Segunda B. El próximo domingo, si es capaz de
ganar en Olivenza, pondrá fin a una larga pesadilla.
De aquella última clasificación aún sobreviven Luismi y
Rubén Borrallo. Ambos formaron parte del once inicial que el 9 de mayo de 2004
se impuso al Arroyo por 2-1 –con gol de Luismi de penalti en el 84- y pudo
cerrar el pasaporte para la fase de ascenso a dos jornadas para el final.
Curiosamente, Luismi no podrá revivir en Olivenza aquel momento al tener que
cumplir ciclo de amonestaciones y habrá que esperar para saber si Borrallo
entra en la convocatoria.
Nueve fases de ascenso
Desde la formación del Grupo XIV de Tercera División, el
Plasencia ha disputado un total de nueve fases de ascenso. La primera tuvo
lugar en la 84/85 después de quedar campeón. Se impuso luego en dos
eliminatorias al Mensajero y el Alcira y logró su primer ascenso a Segunda B.
En su segundo ascenso, en la 86/87, no fue necesario alargar la temporada ya
que subían los tres primeros.
En la temporada 90/91, la RFEF instauró las fases de ascenso
por el sistema de grupos, con los extremeños emparejándose con manchegos y las
dos conferencias andaluzas. Y no se puede decir que a la UPP le fuera bien este
sistema. En siete playoffs, los unionistas se quedaron a las puertas en cuatro de
ellos. Cuatro veces pelearon por el ascenso en el último partido sin suerte. Solo
lograron la gloria en la 96/97, tras ganar en casa en la penúltima jornada al
Ceutí (1-0).
En la 2003/2004 se puso en marcha el sistema de rondas
eliminatorias directas para dilucidar los ascensos. Fue el último intento de la
UPP, con un equipo que mezclaba la veteranía de hombres como Haro, Jandri,
Mariano o Manolo con otras jóvenes promesas como David de Pablos, Luismi o
Borrallo.
Tristemente, el Alcalá de Guadaira los despachó por la vía
rápida con un doble 4-0. Este domingo, a partir de las 14:00 horas, al menos
Luismi y Borrallo sabrán si tienen una nueva oportunidad de quitarse aquella dolorosa
espinita.
Sin transición dulce
Aquella plantilla de 2003/2004 estaba conformada casi al 90% por jugadores placentinos o radicados en la ciudad. Se combinaron auténticos iconos de la UPP como Haro, Manolo, Mariano, Santos o Jandri con jóvenes promesas como Luismi, Borrallo o David de Pablos. Los primeros, en el ocaso de su carrera; los segundos, a punto de dar el salto profesional. Su adiós a la UPP coincidió en el tiempo y el club no fue capaz de encontrar una transición dulce. Ni encontró recursos en la cantera ni los jugadores foráneos que llegaron dieron el salto de calidad.
Foto de la UP Plasencia antes de iniciar la temporada 2003/2004. PALMA |
Aquella plantilla de 2003/2004 estaba conformada casi al 90% por jugadores placentinos o radicados en la ciudad. Se combinaron auténticos iconos de la UPP como Haro, Manolo, Mariano, Santos o Jandri con jóvenes promesas como Luismi, Borrallo o David de Pablos. Los primeros, en el ocaso de su carrera; los segundos, a punto de dar el salto profesional. Su adiós a la UPP coincidió en el tiempo y el club no fue capaz de encontrar una transición dulce. Ni encontró recursos en la cantera ni los jugadores foráneos que llegaron dieron el salto de calidad.