Dolorosa derrota la que ha sufrido la UP Plasencia en su
primer test serio de la temporada, el que le llevó a Navalmoral de la Mata dentro
de la primera ronda de la Copa Federación. Enfrente, el Moralo, uno de los
grandes favoritos a pelear por el título de liga.
La derrota ante un rival de tal enjundia entraba dentro de
las quinielas. Lo que ya es más difícil de digerir es que la UPP cayera en
forma de goleada (3-0) después de jugar desde el minuto 39 con dos futbolistas
más por las expulsiones de Suso y Álex González cuando el marcador era de 1-0.
Hasta el minuto 37, el Moralo fue enormemente superior. Solo
Sergio Moya evitó que el marcador de 1-0 fuera más adverso. A partir del minuto
39, la UPP careció de ideas y de frescura. Tanto fue así que no disfrutó de una
ocasión clara de gol en todo el partido. Es más, su primer tiro entre los tres
palos no llegó hasta el minuto 76.
Por el contrario, el Moralo no tuvo ni que doblegar
esfuerzos en defensa para retener las inexistentes acometidas placentinas. Es
más, se sintió tan a gusto que no le importó salir con descaro al ataque.
Llegaron dos goles más.
Se notó que el Moralo ya ha alcanzado otro nivel dentro de
esta pretemporada. Los de Diego Merino tienen la plantilla cerrada y ya
empiezan a pulir detalles tácticos. Por su parte, el Plasencia sigue inmerso en
carga física y espera la llegada de varias piezas importantes, lo que dificulta
meterse de lleno en la parte táctica.
El Moralo demostró estar tres o cuatro escalones por encima
y su superioridad no se hizo esperar. En el minuto 5, el 1-0. Centro bombeado
sin aparente peligro de Sergio Gómez que se come la zaga y Rubén Rivera,
desmarcado, lo recoge para fusilar a Sergio Moya.
El extremo la volvió a tener en el minuto 12 tras ganar la
espalda a su marcador, pero en esta ocasión se cruzó el meta valenciano.
Otra vez estuvo providencial Sergio Moya en el minuto 28,
cuando Yoni le robó la cartera a Álvaro Juanals y en el mano a mano se topó con
el portero. Ante la falta de centrales en la plantilla, Juanals está teniendo
que asumir un protagonismo excesivo a pesar de su larga inactividad por la
lesión de rodilla y eso le pasó factura en Navalmoral.
El encuentro tenía neto color verde, pero se empezó a
equilibrar con las dos expulsiones locales en cuestión de dos minutos. En el
37, Suso se revolvió ante Martins –del que dice que recibió un golpe unos
segundos antes y por el cual fue atendido en el hospital-; y en el 39, Álex
González vio la segunda amarilla, la primera muy clara y la segunda por
plantillazo a Carlos Valverde.
Luismi trató de dar amplitud al campo con la entrada de Javi
López por Borja Encada y de Tano por Kofi. Pero no hubo ni centros laterales, ni
desbordes, ni asociaciones en la frontal, ni juego a dos toques para desordenar
las dos líneas de cuatro… El apagón era evidente, casi tanto como el que sufrió
el Municipal moralo en el minuto 51 y que obligó a detener el partido veinte
minutos.
En la reanudación, el Moralo empezó a jugar con frecuencia
en campo placentino y sometiendo a su rival al fallo. Y los fallos llegaron. Y
además, de los que te cuestan la vida. El 2-0, tras un franco indirecto por una
cesión al portero, lo convirtió Sergio Alonso en el minuto 70. Y el 3-0, en el
77, tras un penalti sobre Caramelo que convirtió el propio jugador.
Un minuto antes, el Plasencia completó su primer lanzamiento
entre los tres palos en un cabezazo tímido de Kevin que blocó sin problemas
Miguel López.