El Extremadura Plasencia demostró que las buenas sensaciones
ofrecidas en pretemporada no fueron un espejismo y ha extendido su buena imagen
al primer partido de liga en la LEB Plata. Se impuso de forma brillante al
filial del Baskonia (85-73) en un partido que llegó a dominar por veinte puntos
en algunos compases del segundo y el último cuarto.
Los aficionados que se dieron cita en La Bombonera pudieron
disfrutar de un Plasencia diametralmente opuesto al de la pasada temporada. Si
aquel tenía que aferrarse a la inspiración de tres o cuatro hombres, éste
exhibió un potencial coral al que pueden aspirar pocos conjuntos de la liga.
Por eso, cuando el Baskonia le brindó un partido de ritmo,
velocidad e intensidad, el Plasencia recogió el guante. O mejor dicho, se puso
los guantes para intercambiar golpes en un primer cuarto espectacular, donde
placentinos y baskonistas demostraron en unos pocos minutos que están llamados
a ocupar la parte alta de la tabla.
Medina arrancó en modo 'showtime' con dos triples seguidos.
En el Baskonia, Arturs Kurucs aguantaba el desafío anotador. El escolta letón
encontró un perfecto aliado en Jonas Paukste. La torre lituana de 2,19
condicionó mucho el juego del cuadro extremeño y le obligó a buscar la canasta
desde fuera. Los buenos porcentajes de tiro permitieron al Plasencia salir
airoso de este trance (26-22).
En el segundo cuarto se pudo ver al mejor Plasencia. Y eso
que tardó tres minutos en anotar. Fue entonces cuando apareció la explosividad
de Duane Morgan para comenzar a castigar el desgaste alavés. Anotó 14 puntos
casi seguidos, todos muy cerca del aro.
Los tiempos muertos de Miguel Ángel Hoyo no encontraron
soluciones y el Plasencia puso distancia de por medio (49-29, a 01:40 para el
descanso).
La intensidad defensiva del segundo cuarto no se repitió
tras la reanudación. Rafa Sanz mandó a Duane Morgan al banco y el Baskonia se
metió en el partido con un parcial de 0-9 (51-46).
El Plasencia volvió a apelar a su espíritu coral para
sobreponerse al intento de remontada. En esta ocasión, fueron Marcellus Roberts
y Mario Álvarez para devolver una renta de diez y convidar al Baskonia a un
intercambio de canastas que no hacía temer por el 'statu quo' (66-54).
En los últimos diez minutos, el Baskonia trató sin éxito
apretar en defensa y doblar balones en ataque a Paukste y Macura. Con el triple
de Medina para el 78-59, el choque quedó visto para sentencia a falta de cinco
minutos.