Balonazo de oxígeno para el Extremadura Plasencia. Llegaba
con muchas urgencias a Amorebieta, con la amenaza de quedar descolgado de los
puestos de playoffs en caso de una nueva derrota, pero sumó una importantísima
victoria que le vuelve a unir a la zona noble. Triunfo en una cancha complicada
como la del Zornotza (63-75) a la que no le faltó emoción final.
El Plasencia ofreció su mejor cara (en la primera parte) y
su perfil menos amable (en los 15 minutos siguientes a la reanudación). Se fue
con ventaja de veinte al descanso, pero vio seriamente peligrar la victoria
final.
Primer triunfo a domicilio labrado en una salida a cancha
descomunal. El trabajo de scouting se trasladó al parquet y muy pronto el
Plasencia maniató al Zornotza, que comparecía por primera vez tras la marcha de
su base Saam Ninley a Lituania. El base liberiano promediaba casi 20 puntos
partidos y 50% en triples.
Defensas de dos contra uno a la subida de balón nublaron las
ideas y la confianza del equipo vizcaíno, donde solo Kevin Bercy era capaz de
abrir espacios. En la canasta contraria, Marcellus Roberts y Duane Morgan se
aprovechaban de la fragilidad para abrir huecos de forma progresiva: 0-7, 8-19
y 12-27 al final del primer cuarto.
A medida que avanzaban los minutos, el Plasencia fue
adoptando un perfil más conservador, haciendo bailar el balón de esquina a
esquina para encontrar el tiro librado. Bajó el caudal ofensivo, pero aumentó
la renta, con un Duane Morgan que se puso las botas ante su exequipo: 15 puntos
para disparar un 23-43 en el descanso.
El intervalo le vino mejor al Zornotza. El conjunto de
Amorebieta se puso a defender y al Plasencia se le empezó a encoger la zona. De
ahí y casi hasta el final ya nadie quiso penetrar o buscar el poste bajo.
Cuando los porcentajes del perímetro comenzaron a reducirse, también lo hizo la
ventaja extremeña.
Con Kevin Bercy adoptando el papel del ausente Saam Ninley,
el Zornotza se puso a solo siete a falta de diez minutos (46-53).
En el inicio del último cuarto se temió lo peor. Nadie en las
filas placentinas era capaz de jugar con personalidad y los nervios encogieron
las muñecas de los placentinos, que no sabían cómo crear los espacios de la
primera parte. En la canasta visitante, Champagnie siempre llegaba con
superioridad ante Mario Álvarez. Y si no acertaba a la primera, suyo también
era el rebote ofensivo. Con 51-55 a falta de 06:50 tuvieron que salir al
rescate del banco Medina y Duane Morgan.
Dos triples seguidos del cordobés y la cuarta de Bercy
asentaron los ánimos del resto de compañeros, que empezaron a jugar con más
criterio. Y aunque el Zornotza volvió a ponerse a tres (61-64), la defensa de
Roberts y Morgan y el juicio de Medina para sacar rédito de posesiones largas
–con triple desde el centro del campo sobre la bocina- sellaron una victoria
merecida a pesar de las lagunas de confianza de la segunda parte (63-75).
Victoria de mérito y de prestigio, ya que el Zornotza no
perdía en casa desde mayo de 2017. El próximo partido para el Plasencia llegará
el domingo en casa a las 12:00 horas ante el Círculo Gijón Baloncesto, colista
del grupo oeste de la LEB Plata con un balance de 2-6.
Ahora mismo hay cinco colíderes con un balance de 5-3,
mientras que la frontera de los playoffs la sigue marcando el Zornotza con 4-4,
es decir, a un solo partido de los placentinos con 3-5.