El Plasencia-Zamora de este sábado es una de esas pocas
ocasiones en la que los dos equipos se van sonriendo. Los placentinos, porque
cuajaron uno de sus mejores partidos y pasaron por encima del líder del grupo
oeste de la LEB Plata (79-66). Los zamoranos, porque a pesar de la derrota,
logran una histórica clasificación para la final de la Copa LEB Plata después
de que los resultados en otras canchas le fueran favorables. Lo dicho, fiesta
para todos en La Bombonera al final de la primera vuelta.
Cambiando el guion de casi todos los encuentros de la
primera vuelta, el Plasencia fue de menos a más frente al Zamora. El líder demostró
que su primer puesto no es fruto de la casualidad y que las dos-tres cositas
que hace las hace muy bien. Una de ellas es hacer valer los kilos de Christofer
Iza, que él solito se bastó para condicionar la defensa placentina.
Con 2-10, Rafa Sanz tiró de la intensidad de Arturo
Fernández y de la dirección de Germán Martínez –que completó su mejor partido
en el Ambroz- para estrechar la desventaja hasta el 18-20.
En el segundo cuarto, tras cobrar la primera ventaja,
apareció el talento de Sangone Niang para sacar rédito en todos los ataques
zamoranos, ya fuera en forma de falta, canasta fácil o triple lejano. Con 26-36
y otra vez Iza arrinconando a los 'centers' placentinos, los aficionados
empezaron a temerse lo peor.
Pero tras el descanso Rafa Sanz hizo alinear a los astros.
Todos sus jugadores rozaron la excelencia: Germán dirigiendo y anotando, Medina
sacando todo su potencial como escolta, Duane Morgan en modo MVP y Deng Mayot
siendo el bastión en defensa que faltó en la primera parte. Un parcial de 20-3
de salida, para poner el 52-41, lo dice todo.
Entonces apareció Libroia, hasta ese momento más preocupado
en tapar a Medina que buscar la canasta, para tirar del carro del CB Zamora.
Dos triples seguidos del base italiano devolvió la emoción al último cuarto
(56-55).
El Plasencia no se puso nervioso y redobló esfuerzos en
defensa. En ataque, a Medina no se la habían agotado los puntos y rápidamente
regresó la ventaja extremeña (66-57 a 05:12).
El cambio a defensa en zona de Saulo Hernández tampoco surtió
efecto, porque fue entonces cuando los placentinos atacaros el rebote con mucha
más fe. Con una máxima de 17 a 02:18 (77-60), La Bombonera fue una fiesta.