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CRÓNICA. El Plasencia rozó una nueva gesta en Gijón, pero casi se despide de los playoffs

Una acción del partido entre el Círculo Gijón y el Extremadura Plasencia. ASTURBASKET
Círculo Gijón
75
Extremadura Plasencia
72
CÍRCULO GIJÓN.
Davy Baltus, Saúl Blanco (27), Nelson Yengue (6), Robert Swift (10), Shane Osayande (6) –cinco inicial-, Álex Rubiera (4), Nemanja Djordjevic, Javier Menéndez (4), Rubén Suárez, Martyce Kimbrough (8) y Daniel Prinsloo (10).
EXTREMADURA PLASENCIA.
Deng Mayot (17), Arturo Fernández (5), Diego Gallardo (18), Mario Álvarez (4), José Antonio Medina (18) –cinco inicial-, Pablo Villarejo (7), Germán Martínez (3) y Javier Cardito.
PARCIALES:

20-21, 38-36, 57-54 y 75-72.
+Estadísticas.
ÁRBITROS:
Juan Alberto Pinela García y Laura Piñeiro Amondaray.
INCIDENCIAS:
Pabellón Presidente Adolfo Suárez







Juan Carlos Ramos / Plasencia


Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Hazañas deportivas hay una, pero no dos seguidas. Ni tres ni cuatro, que es lo que le exigían al Extremadura Plasencia para disputar el playoff de ascenso a la LEB Oro. Se tendrá que conformar con jugar el playoff por el descenso a partir del 23 de febrero a menos que se dé una carambola milagrosa.

El equipo placentino ganó sin sus dos americanos al Zornotza y a punto estuvo de hacerlo en Gijón. Por dos veces, Medina tuvo en sus manos el triple del partido. Primero falló el ganador y luego el que forzaba la prórroga sobre la bocina.

Y aun así, hay que rendir honores a los ocho jugadores que están tratando de dar la cara tras el 'petardazo' de Morgan y Roberts en la parte más importante de la temporada, tirada al traste por motivos burocráticos.

A pesar de ser un partido de niños contra hombres (el Gijón repartió 11 tapones y cogió 15 rebotes más), los de Rafa Sanz tiraron de raza e inteligencia para intercambiar alternancias ante un fuera de clase como Saúl Blanco, que se fue a casa con 27 puntos. Con 32-34 se llegó al descanso, aunque el Plasencia tuvo una máxima de ocho (13-21).

El Plasencia tiró de triples para mantenerse a flote. Y también de un digno Deng Mayot, que hizo lo que pudo ante Swift, Prinsloo o Menéndez.

Cuando el partido parecía sentenciado con el 71-56 a seis minutos para el final, llegó la reacción placentina. La remontada estuvo a punto de materializarse, pero Medina, en dos triples muy forzados, no acertó con el aro.